Tal vez todos vuelvan a tener un Cadillac, al menos en la cabeza
Motor de arranque Sergio Oliveira La generación X y los que nacieron después, no lo han vivido y solo unos pocos que hayan estudiado la historia no necesariamente del automóvil, pero de Estados Unidos en las seis o siete décadas más recientes, sabrán que a finales de los años 50 y durante cerca de 20 años, Cadillac se volvió sinónimo de excelencia. El mejor refrigerador era “el Cadillac de los refrigeradores” y así con los aires acondicionados y prácticamente todos los bienes de consumo. Claro que el fenómeno era mucho más marcado en la Unión Americana, pero no estaba restringido a ella. Y por supuesto que empezó con la mercadotecnia, que sembró la idea en la gente a través de anuncios en las revistas de la época. Como la afirmación de que “Cadillac era el mejor sinónimo para calidad” no era descabellada, la gente la aceptó en sus vidas, así como a finales de los años 90 el mexicano aceptaba que “todo mundo tenía un Jetta, al menos en la cabeza”. Vehículos como el De Ville de 1949 o...