La parrilla es más importante que los faros
Motor de arranque Sergio Oliveira Dicen que los ojos son el espejo del alma. Puede ser, pero para mí, ese reflejo del interior de las personas se percibe más en la boca. Es ahí a donde van mis ojos cuando hablo con alguien, para desconcierto de la mayoría, lo sé. Por eso, para mí, las parrillas de los autos son más importantes que los faros. Su forma muestra si están sonriendo, riendo, enojadas, decepcionadas, deprimidas o con cara de desprecio. Y no me refiero solo a los autos. A los muy jóvenes tal vez no les haya pasado aún, pero después de cierta edad, hay momentos en los que uno se mira en el espejo y no se reconoce. Nuestro rostro ahora muestra cosas que antes no exhibía. Las canas en algunos. La ausencia de cabello en otros. Las arrugas en todos. Esas ojeras, que antes aparecían solo después de noches de desvelo, por trabajo o por fiesta, ahora son parte de nuestra cara. Más de uno tendrá una cicatriz y al mirarla, su mente lo trasladará de inmediato al momento en que aparec...