La alumna mexicana superó al maestro francés
Motor de arranque Sergio Oliveira Si un auto estuvo a punto de hundir su marca en un país, fue el Megane II. El sedán compacto de Renault no solo fue un vehículo extremadamente problemático, sino que las consecuencias de sus múltiples fallas no se limitaron a las pérdidas generadas a sus dueños por reparaciones fuera de garantía y la devaluación del coche como usado, debido a su mala fama, también exhibió las deficiencias de servicio de su red de distribuidores. Tan mal iba, que en Francia consideraban cerrar las operaciones en el país y abandonarlo por segunda ocasión, como había pasado en 1986. Antes de tirar la toalla, decidieron hacer un último intento. Es la historia que les quiero contar hoy. Ese Renault de la primera mitad de la primera década de este siglo, era la Renault “europea” que muchos de sus aficionados aún lloran por ella. Teníamos en México el Clio, el Laguna, la Scénic y el mencionado Mégane. Eran vehículos bonitos, de gran manejo, con acabados de nivel, claro, eur...