Tu auto puede costar tu trabajo
Motor de arranque Sergio Oliveira El auto puede costar tu trabajo. Y mucho más. A todos nos gustan las bondades que la conectividad otorga a nuestros coches. Ya no es necesario anotar en una libreta cuando hay que llevarlo al servicio, por ejemplo, porque sus pantallas se encargan. También te informan cuando hay un desperfecto. En Europa, por ejemplo, los autos son capaces de leer las señales de tránsito y avisar al conductor sobre los límites de velocidad en cada tramo de su traslado. Para que pueda hacer esto, es necesario que el fabricante sepa exactamente dónde estamos y a qué velocidad circulamos y esto es una información que no necesariamente, o al menos no siempre, nos gustaría compartir. No es todo, ni es lo peor. Claro que los fabricantes se protegen afirmando que no venden nuestra información a terceros y tal vez sea cierto, pero es posible que la “presten” por ejemplo, para las aseguradoras, que están empezando en algunos países a basar el costo del seguro en la forma de ...