Motor de arranque
Sergio Oliveira
¿A quién culpar por el precio de los autos?
A todos nos gustaría que los autos costaran 10 ó 15% menos, pero en los últimos años ha ocurrido justo lo opuesto, principalmente desde el inicio de la pandemia. En la mayoría de los casos lo que causó ese aumento fue la escasez de autopartes, especialmente los microprocesadores, pero también por el hecho de que los fabricantes hacen autos cada vez mayores y con más equipo, para cobrarnos aún más y hace pocos días, según Automotive News, finalmente algunos — Ford, Mitsubishi, MINI y Ram— comenzaron a reconocerlo y deberán hacer versiones con menos equipo y precio más bajo, en EUA. Pero en México, es distinto.
Hay tres cosas que el mexicano no perdona: fiesta sin tequila, tacos sin salsa y un auto con rines de hierro. Una cosa es que tengamos poco dinero, otra muy diferente es que todo mundo lo perciba. La imagen que transmite nuestro vehículo es tan importante aquí, que con frecuencia vemos coches Premium estacionados afuera de casas que cuestan menos que el auto. Si fuéramos racionales en la hora de comprar un coche, podríamos tener autos más seguros y que costaran menos de lo que cuestan hoy. ¿Qué tanto menos? Veamos.
Comparadas a unas de aleación, las ruedas de hierro son cerca de 10 a 15 mil pesos más baratas. ¿Vale la pena el gasto? En América Latina, particularmente, no. Porque las ventajas de las ruedas de aleación son el menor peso, la resistencia a la corrosión y la mayor flexibilidad, que otorgan mayor confort. Sin embargo, son menos resistentes a los golpes, muy comunes en nuestras malas calles y repararlas es difícil, a veces imposible, todo lo contrario a unas de hierro. Sí, la diferencia de peso en favor de las de aleación ayuda en el consumo, pero es una diferencia de consumo tan baja, que sería casi imperceptible. Las preferimos por cuestiones estéticas, nada más.
Otra exigencia de los mexicanos es el quemacocos. Un auto que no lo tiene se le mira de ladito, casi con lástima por su “austeridad”. Lo peor de todo es que la mayoría no lo usa, jamás lo abre. Ese techo de cristal genera mucho más problemas que placeres. Puede haber fugas, ruidos y vibraciones. Además quitan espacio interior y ponen peso en la peor área posible, subiendo el centro de gravedad y disminuyendo la estabilidad.
Pantallas y faros
Si hay algo que queremos tener más grande, es… la pantalla, no sean mal pensados. Pero eso también cuesta. La realidad es que con una pantalla de ocho pulgadas tenemos más que suficiente para ver la información que necesitamos, incluyendo nuestro teléfono, cámara de reversa; etcétera. Comparada a una pantalla de 12 pulgadas, estaríamos ahorrando cerca de 5 mil pesos.
La iluminación exterior es otro detalle que les damos mayor importancia de lo que tiene. Todos queremos luces de leds, lo que está bien, pero si abdicáramos de la “firma nocturna”, ese dibujo de luces que BMW y Audi pusieron de moda hace ya varios años, nos podríamos ahorrar otros 15 a 20 mil pesos.
Los asientos de piel, incluso sintética, son más caros que los de tela, pero es otro de esos detalles que hace que un auto se vea “menos nice”, pero que también tiene su costo, obviamente.
La comodidad de una caja automática es indiscutible, principalmente en el tráfico pesado de la ciudad, pero es otro detalle que sube el precio del auto en alrededor de 15 mil pesos. Aquí al menos no es una cuestión estética y para algunos resulta fundamental.
Si pensamos en un auto con costo de alrededor de 400 mil pesos, en el que pudiéramos quitar los rines de aluminio y poner unos de acero, no pedir quemacocos, ni las firmas nocturnas de leds, su precio podría bajar entre 10 y 15%. Por menos dinero que eso podríamos tener las asistencias electrónicas (ADAS) más avanzadas, basadas en cámaras y radares, para circular de forma más segura.
Pero no somos racionales. Queremos lo que se ve bien, a veces hasta más de lo que nos gusta. Las apariencias terminan siendo más importantes incluso que cuidar nuestras vidas. Es una pena, pero es utópico pensar que esto va a cambiar. Las marcas, pese a ya reconocerlo —al menos algunas— no lo harán, porque ellos diseñan el equipo de los autos de acuerdo con lo que nosotros, como mercado, podemos y queremos pagar. Así que, nosotros también tenemos culpa en el precio de los autos.
Oroch, Saveiro o Ram 700 ¿Cuál es la mejor?
Motor de arranque Sergio Oliveira Cuando se pregunta a un mexicano cuál es la mejor pickup para trabajar, la inmensa mayoría no pensará dos veces para contestar: Nissan NP 300, conocida por casi todos como “Estaquitas”, aunque esa sea solo una versión de la gran pickup nipona. Sin embargo, por precio y tamaño, la linea de pickups de Nissan ya se pone fuera del alcance de muchos pequeños negocios, a los que los quedan, de momento, solo tres opciones, dos de ellas más orientadas al trabajo, una que tiene versiones de trabajo y transporte familiar y una más orientada a la familia, pero que no huye al trabajo duro. Hablo, por supuesto, de la Volkswagen Saveiro, de la Ram 700 y de la Renault Oroch. ¿Cuál es la mejor entre las tres chicas brasileñas? Volkswagen ha tomado recientemente la decisión de vender la Saveiro fuera de su división de vehículos comerciales y ponerla en los pisos de ventas de los autos de pasajeros. También quitó complejidad a su gama y dejó solo la versión más auste...
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